El Pontón

Las entrevistas de El Pontón, hoy con… PEDRO RIVAS BACHOT

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Publicado en El Pontón nº 21, abril 1988

Original de Miguel Jiménez López

Pedro Rivas Bachot lleva once años ostentando la Presidencia de la Agrupación de Cofradías y Corporaciones Bíblicas, un cargo para el que es preciso una gran dosis de altruismo, porque la única remuneración que percibe es la de servir de blanco a tirios y a troyanos cuando la irritación ciega el sutilísimo caño del raciocinio. Ejercer de árbitro y conciliador en medio de tantas presiones tiene un mérito que hasta ahora nadie ha querido reconocer de un modo tácito. En cualquier caso, él no busca prebendas sino sólo dar respuesta a la confianza de la que le hicieron receptar. 

     

«En el año 1977 fui elegido Presidente de la Agrupación por la Junta General Ordinaria cuando me encontraba de viaje en Barcelona. Desde entonces para acá he sido confirmado en el cargo tres veces consecutivas por mayoría. En aquella primera etapa el presupuesto no alcanzaba las 300.000 Pts. y hoy, en cambio, estamos por el millón y medio. Durante todo este tiempo he contado con el respaldo sincero de la autoridad eclesiástica que, además, se ha visto reforzado por las disposiciones del nuevo código canónico que refrenda a las comunidades de seglares en tanto no agredan a la moral ni al dogma católico. Igualmente he tenido el apoyo de la autoridad civil respecto al orden público, pero quizás fuera preciso un poco más de ayuda en este sentido. Hacer un inventario de todo lo realizado en este tiempo sería excesivo. Grosso modo se podría mencionar la formalización de varias cofradías con sus estatutos, como la de San Juan, Cristo de la Buena Muerte, El Lavatorio, Virgen de la Guía y otras, la fundación de la Santa Cena y Virgen del Amor. Asimismo, las reformas realizadas en los tronos de San Juan, Buena Muerte, etc. y en el Cristo de la Sangre de la Iglesia de la Veracruz con la intervención directa de Juan Ortega Melgar y Domingo Bordas. En otro orden de cosas la Agrupación inició la Exaltación de la Saeta Cuartelera y los galardones de la Vieja Cuaresmera a los Semananteros Ejemplares y a los Pregoneros. Del mismo modo se distinguió a mis antecesores en el cargo y a nuestro Director Espiritual Don Antonio Liébana Santiago. También se ha promocionado la «SCHOLA CANTORUM SANTA CECILIA» y se han celebrado en cuaresma diversos ciclos culturales. De la misma forma se ha colaborado con la colección «ANZUR» con publicaciones de diversos autores y muy directamente con Antonio Serrano y su obra «Estampas Pontanas». Nuestra Revista de Semana Santa tiene una tirada de mil ejemplares y creo que no tiene nada que envidiar a otras publicaciones similares. En el año 1980 después de un reñido concurso fotográfico la efigie de Jesús Nazareno llegó a anunciar nuestra Semana Santa y a presidir todos los hogares pontanenses».

A diferencia de algunos que distinguen entre cuarteleros y cofradieros con evidente maniqueísmo aldeano, Pedro Rivas es consciente de la perfecta imbricación existente entre Cofradías y Corporaciones. Es por este convencimiento que no ha habido un trato diferencial para ninguna de las dos entidades. Sin embargo, no falta la crítica negativa, especialmente de aquellos personajes incorporados a última hora que emiten juicios de valor creyendo que su opinión ha de convertirse en imperativo categórico de obligado cumplimiento.

«Creo que se pone demasiado ardor, demasiada pasión y amor propio en las cosas de Semana Santa. Nunca ha interferido la Agrupación en los asuntos internos de Cofradías y Corporaciones, actuando siempre de conciliadora, sin imposiciones y, en última instancia, cuando no ha habido acuerdo se ha pronunciado la Junta General, que es soberana. Es significativo que para algunas Cofradías todo va bien cuando se le dice a todo que sí, y cuando existe disparidad de criterios se acaba el entendimiento y la comprensión. Los ataques que ha recibido la Agrupación han sido internos, no han venido de fuera. Personalmente he llegado a recibir algunos «consejos» que no son reproducibles. En el fondo, no es más que algunos hermanos se creen poseedores de la verdad absoluta y van al margen de la Agrupación y en contra de la opinión mayoritaria de la Asamblea General. No sería inoportuno pedir ahora que se fuese sincero y objetivo en el momento de hacer declaraciones en la prensa. Para preservar nuestras tradiciones tenemos que empeñarnos todos, pues si el absentismo es perjudicial, mucho más perniciosa es la actuación de los que se tienen por sabios. La Agrupación ha convocado varios concursos para el cartel de Semana Santa que la Comisión de Arte y Literatura ha valorado y ha emitido su fallo sin compromisos ni amiguismos, a veces declarándolos desiertos. Se le ha ayudado siempre a la banda de música porque nos gustan nuestros misereres y demás composiciones. Lo que no resulta grato a los oídos semananteros es la música de campanilleros ni la marcha triunfal de Aida.»

En este mundo que nos ha tocado vivir donde las formas ruidosas del éxito se han convertido en patética moda, y donde priva el exhibicionismo trivializante, la Agrupación de Cofradías ha trabajado en la medida de sus posibilidades y siempre confiando en la buena voluntad de cuantos la integran, dentro de una discreción que ha procurado encontrar la certeza de nuestra más oculta identidad. Y sigue en esa línea de insistencia porque tiene la certidumbre de que la perseverancia es promesa de resurrección.

«Pertenezco a la gran mayoría de las Cofradías pontanesas y soy hermano de Los Apóstoles. No tengo preferencias en cuanto a rangos ni antigüedades, aunque bien cierto es que algunas cofradías tienen atenciones con el Presidente de la Agrupación y otras, en cambio, han preferido ignorarlo. ¿Nuestros desfiles son susceptibles de mejoras? ¡qué duda cabe! Uno de ellos sería el del Jueves Santo y quizás una de las soluciones a considerar pasaría por reducir el número de figuras que se incorporan, como ocurría antaño. Otra cuestión de cumplimiento sería los horarios de las cofradías, que tantos disgustos ocasionan. Un problema que se va haciendo obsesivo es el de los rebateos, el de los cirios que se portan sin vela, etc. Respecto al Domingo de Resurrección con las figuras y el paso del Resucitado pediría un poco más de respeto a las cuatro o cinco mil personas que esperan desde muy temprano en la Matallana. Los puestos de venta de chucherías en las calles de las procesiones y la pequeña feria que se monta en esas fechas no parece lo más adecuado. No obstante, hay una gran voluntad de regeneración y así hemos visto este año a los bastoneros de la Esperanza, Buena Muerte y San Juan, que son elogiables por mantener la tradición. Son encomiables las cuadrillas de costaleros por cuanto aglutinan a los jóvenes. Le debo agradecimiento a muchos colaboradores anónimos que me apoyan sin protagonismo y muy especialmente a las familias Chifarri y a los Ríos Campos con el padre Manolo «Siete Machos» a la cabeza. He tenido grandes satisfacciones como fueron las de presentar el Pregón de Los Apóstoles y el de Andrés Bojollo, así como las numerosas visitas que tuve en Reina Sofía cuando estuve enfermo hace unos años. No aceptaré más reelecciones. Estimo que hay una juventud muy preparada, y en todo caso la Presidencia ha estado siempre colegiada con una directiva con criterio propio».        

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